Será por eso que transformamos el agua en algo puro y noble.
Porque creemos que lo mejor que le podemos dar al mundo es nuestra cerveza.
El corazón de nuestra revolución, donde el arte de crear se junta con la magia de un equipo entusiasta y apasionado. Nuestra primera fábrica en Madrid es consecuencia del deleite y admiración por el trabajo constante. Desde el 2013, hacemos cerveza con las manos y el corazón porque creemos que la evolución sucede, entre muchos, unidos y con la pasión que nos define desde el primer día.
Molemos malta de cebada a través de un molino de dos rodillos exponiendo su interior, dejamos al descubierto el almidón del grano para su futura conversión en azúcares.
Parte caliente de la fabricación donde obtenemos azúcares de la malta. En este punto, finalmente añadimos lúpulo para luego enfriarlo y pasarlo a la parte fría: la fermentación.
El lúpulo es un parte esencial. Aporta amargor/sabor y aroma en cada estilo. Utilizamos resinosos, florales, herbales, especiados, cítricos, terrosos dependiendo de cada estilo.
¡Área importante! Donde realizamos el control de calidad y cuidado de levaduras, estudios, chequeos, validaciones y pruebas clave para conocer nuestro producto.
Contamos con enlatadora propia para asegurar la integridad de la cerveza al momento del enlatado. Utilizamos el método isobárico para mantener intactas sus características y aromas.
De nuestra fábrica a tu mesa. Puedes compartir nuestra cerveza en todas las sucursales o llevarla contigo, encontramos la manera de vivir la experiencia Glück donde quiera que estés!